Si quieres disfrutar de un interior más cálido, no dudes en transformar tu salón con una decoración acogedora que invite a quedarse en casa para reponer fuerzas. Esta tendencia, heredada del hygge escandinavo, no se limita a los meses de invierno y en ella priman el bienestar, la suavidad y la calma. ¿No sabes por dónde empezar? Te damos todas las claves de decoración para un salón acogedor.
El sofá, en el centro de todas las miradas
En un salón acogedor, el sofá es el elemento central. Su elección es determinante, pues es la pieza que debe invitar al descanso después de una larga jornada de teletrabajo, por ejemplo. Debemos elegir uno bien mullido, para poder relajarnos en invierno mientras saboreamos una bebida caliente frente al fuego. Optaremos además por un asiento amplio, para poder sentarnos o recostarnos según nuestros deseos. En función de la superficie disponible del salón, intentaremos elegir un sofá que ofrezca sitio para toda la familia y amigos.
Un sofá esquinero puede ser una solución interesante para salones cálidos y acogedores de tamaño reducido: podemos colocarlo en un rincón de la sala de estar para crear un espacio íntimo y acogedor.
La tendencia actual es el daybed, literalmente, «cama de día» o meridiana. Ocupa menos espacio que un sofá esquinero y es más cómodo que un sillón: es un must para recostarse a leer un libro o a ver la televisión. Algunos sofás cuentan incluso con un asiento suficientemente amplio como para servir de daybed. También podemos encontrar numerosos modelos de sofás esquineros con chaise longue.
Un sofá acogedor tiene que ser envolvente, como un refugio en el que nos sintamos protegidos: el revestimiento debe ser de tela tupida o de terciopelo. Si es de cuero, mejor optar por piel de melocotón o darle un toque cálido con textiles de decoración suaves. Las mantas y cojines de piel sintética, lana tejida o hervida o terciopelo se superponen y se acumulan en el sofá para acentuar las líneas o para aportar ritmo al asiento.
El confort por encima de todo
Aunque el sofá es el elemento central para un salón acogedor, el resto de los muebles también contribuyen a aportar calidez y confort. En un salón acogedor prima la acumulación, por eso no debemos dudar a la hora de recurrir a múltiples asientos: pufs, cojines, sillones auxiliares... Hay mucho donde elegir, por lo que deberemos optar siempre por materiales cálidos que inviten a relajarnos, así como por líneas onduladas y curvas, que resultan más suaves. Para los sillones, nos decantaremos por modelos envolventes, con un respaldo alto y orejeras. Los criterios esenciales deben ser siempre el confort y el revestimiento. No es necesario que vayan a juego con el sofá, se lleva la mezcla de estilos.
También podemos optar por modelos que ocupen poco espacio, como los pufs. Pueden ser de terciopelo, lana, cuerda, mimbre... Todos tendrán su lugar en el salón sin ocupar espacio. La ventaja, además, es que pueden apilarse cuando no los necesitemos.
Una mesa baja es también un elemento importante. En un salón cálido, es preferible colocar varias mesitas nido o auxiliares de líneas ligeras mejor que un único elemento de gran tamaño. Además de combinar con la decoración del salón, las mesitas auxiliares múltiples hacen que sea más fácil desplazarse. Pueden ser todas diferentes, aunque es mejor mantener siempre un hilo conductor (forma, material o color).