Un rincón de trabajo es un espacio indispensable en las habitaciones de niños y adolescentes, aunque también puede instalarse uno en una habitación de adulto. Ya sea para trabajar a tiempo completo, para un uso esporádico o para teletrabajar, integrar un despacho en el dormitorio es una magnífica idea. ¡Aquí tienes nuestros consejos para poder optimizar ese espacio!

Un espacio de trabajo pequeño para una habitación pequeña

Cuando los niños crecen y empiezan a ir al colegio, suele ser necesario preparar un pequeño escritorio para que puedan hacer los deberes. En ocasiones, las habitaciones de los niños son de tamaño reducido y hay que dar muchas vueltas para conseguir que quepa un escritorio. Puedes optar por un modelo compacto que ocupe poco sitio, con cajones si es posible, o incluso con un espacio de almacenaje. Un mueble en ángulo será perfecto para integrar un escritorio en las habitaciones de los niños.

No te olvides de colocar un sillon de escritorio adaptado al tamaño de los niños y que se pueda regular de altura, para poder ir subiéndolo a medida que vayan creciendo. Para hacer las funciones de mueble de almacenaje, puedes colgar en las paredes estantes en los que poner cajas de madera o de metal.

Importante: los escritorios multifunción

Cuando el espacio es reducido, ya sea una habitación de niño o de adulto, el escritorio puede desempeñar varias funciones. El mismo mueble puede servir, por ejemplo, de cómoda, si se le añade un espejo, de mesita de noche, si lo colocamos al lado de la cama, o de mesa auxiliar, si lo ponemos a la entrada de la habitación.

Otra solución es apostar por una cama litera, para dormir arriba y trabajar abajo. Esta distribución, que suele ser común en las habitaciones de los niños, también puede adaptarse en el caso de un dormitorio de matrimonio, por ejemplo. La única condición es contar con una buena iluminación debajo de la cama. Varias lámparas auxiliares, una guirnalda o cintas con luces led a la altura del somier pueden ser fuentes de luz suaves y necesarias. 

Separar el espacio de trabajo del espacio de descanso

Para integrar un despacho en un dormitorio separando bien el espacio de trabajo del espacio dedicado al descanso, puedes jugar con los colores. Pintar una pared de un tono diferente o cubrirla con una franja de papel pintado puede ser suficiente para identificar el espacio de trabajo. Si, por el contrario, quieres que el espacio de trabajo sea un lugar discreto dentro de la habitación, no dudes en elegir un mobiliario neutro, en los mismos tonos que la pared o la cama.

Si cuentas con espacio suficiente en el dormitorio de matrimonio, puedes colocar en una de las paredes una consola grande, con cajones, para disfrutar de una gran superficie de trabajo. También puedes fijar simplemente una tabla robusta o una superficie de trabajo de madera maciza a unos pies o a muebles de almacenaje. De esta manera, el material de oficina también tendrá su lugar.